viernes, 24 de enero de 2014

La evaluación pericial psicológica en casos de abusos sexuales en menores.

De acuerdo con Reed (1996), el objetivo fundamental de la investigación antes una sospecha de abuso sexual infantil debe ser llegar a conclusiones válidas sobre la verdad del asunto. Se considera que una evaluación ha sido correcta cuando permite obtener la suficiente calidad y cantidad de información como para poder ayudar a validad o invalidar las sospechas de abuso. Por consiguiente, una vez realizadas todas las entrevistas y reunidas todas las pruebas colateral y de corroboración, la principal tarea del profesional es la de analizar esta información para evaluar la credibilidad y la validez de las alegaciones del niño (Mapes, 1995). La evaluación de credibilidad implica determinar si el menor pudo haber experimentado los abusos de los que dice que fue objeto, mientras que la evaluación de la validez de las alegaciones implicaría establecer hasta qué punto informó de lo que realmente experimentó y el grado en que determinadas influencias externas puede haber impactado en sus alegaciones y recuerdo.

Por lo tanto, el peritaje psicológico o psiquiátrico debe pronunciarse acerca de:

1.    Competencia del niño(a) como testigo.
2.    Credibilidad del testimonio.
3.    Exactitud o validez del testimonio.
4.    Evaluación del daño.
.    .   Consideraciones especiales.


            La variante más conocida e investigada, pero no la única, en el enfoque de los indicadores la constituye un método conocido como Análisis de la Validez de la Declaración (SVA) y su elemento central, el Análisis del Contenido Basado en Criterios (CBCA) que se centra en las declaraciones realizadas sobre el abuso sexual en sí mismo. El CBCA se puede considerar como un intento de construir un procedimiento estandarizado que permita determinar el valor que tiene como prueba una determinada declaración. El SVA se compone de tres elementos principales: la realización de una entrevista estructurada, un análisis de la declaración de acuerdo con determinados criterios y, finalmente, la comprobación de su validez. Finalmente, el SVA, sólo se puede aplicar cuando las declaraciones de los sucesos tienen una cierta longitud, lo que plantea el problema de si se puede utilizar con los niños pequeños y hasta que edad exactamente (Raskin y Esplín, 1991).

Credibilidad de relato tiene que seguir el siguiente análisis:

·         Utilizar sistema SVA (Entrevista + CBCA + Listado de Validez).

·         Análisis de los criterios CBCA, indicando y justificando su presencia o ausencia, la cual debe ser vinculada a extractos del relato obtenido.

·         Referencia a la aplicación del listado de validez. En especial a la valoración de la sugestibilidad y/o interferencia de terceros.


            Otro posible modelo, es “el modelo conceptual de Young para la evaluación de la credibilidad”. Dicho modelo se basa en el análisis de las características relevantes de la experiencia de abuso sexual, de las interacciones entre estas características y de las cuestiones evolutivas y del curso vital del niño que pueden impactar en esas características. El modelo presenta tres aspectos importantes, la alegación de abuso sexual, la elaboración de detalles y los indicadores de abuso sexual.

            Registro de la entrevista: las respuestas del menor y la forma de preguntar utilizada para conseguir estas respuestas deben registrarse de manera fiable, sobre todo si el entrevistado es un menor. Dadas las repercusiones que la entrevista de investigación puede tener en todas las partes implicadas, es fundamental que el entrevistador realice un registro exacto para asegurarse de que va poder responder a cualquier pregunta que después le puedan plantear al respecto. El registro debe permitir que cualquier profesional pueda revisar la entrevista y comprobar la secuencia de preguntas, por qué se produjeron y los comentarios espontáneos o las respuestas del niño. (Mapes, 1995).

            Aunque algunos entrevistadores prefieren tomar notas después de la entrevista, se trata de un procedimiento que puede resultar apropiado para fines clínicos, pero no tanto cuando el objetivo es la investigación. Cada vez son más los expertos que opinan que la entrevista se debería grabar (véase Flin, Kearney y Murria, 1996; Sas, Wolfe y Gowdey, 1996). La grabación permite registrar pruebas que perdurarán más que la memoria del entrevistador, permite reducir al mínimo el número de veces que tiene que ser entrevistado el niño, y la entrevista grabada se puede utilizar también como referencia para sopesar la fiabilidad de versiones posteriores.

            La evaluación se tiene que basar en los siguientes criterios:

-       La declaración de la menor: prestando atención especial en los detalles, si la declaración en su conjunto guarda una estructura lógica y si el vocabulario utilizado es el adecuado para su edad de desarrollo. “Presenta un discurso coherente y lógico”.
-       Análisis de otras personas significativas: tiene en cuenta el punto de vista de otras personas, hermanos y tía. “Del testimonio de Lidia, de las declaraciones de Doña Gabriela y de Eric así como de los resultados de las pruebas complementarias de la menor se extrae….”
-       Factores ambientales: es necesario indagar sobre los conocimientos sexuales que poseía el menor antes de revelar el abuso, así como sobre el contexto en que se produce la declaración. “Se aprecia en la menor conductas y conocimientos sexuales inadecuados para la edad”.
 Sintomatología y psicopatología: el informe hace mención de síntomas habituales en menores que han sufrido abusos sexuales, “mecanismos de defensa”, “sentimientos de confusión, represión y reacciones disociativas”, “actitudes de presión por parte del abusador”, “sentimientos de culpa”, “carencias afectivas” etc, etc

Francisco J. Arroyo 

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