De acuerdo con
Reed (1996), el objetivo fundamental de la investigación antes una sospecha de
abuso sexual infantil debe ser llegar a conclusiones válidas sobre la verdad
del asunto. Se considera que una evaluación ha sido correcta cuando permite
obtener la suficiente calidad y cantidad de información como para poder ayudar
a validad o invalidar las sospechas de abuso. Por consiguiente, una vez
realizadas todas las entrevistas y reunidas todas las pruebas colateral y de
corroboración, la principal tarea del profesional es la de analizar esta
información para evaluar la credibilidad y la validez de las alegaciones del
niño (Mapes, 1995). La evaluación de credibilidad implica determinar si el menor
pudo haber experimentado los abusos de los que dice que fue objeto, mientras
que la evaluación de la validez de las alegaciones implicaría establecer hasta
qué punto informó de lo que realmente experimentó y el grado en que
determinadas influencias externas puede haber impactado en sus alegaciones y
recuerdo.
Por lo tanto, el peritaje psicológico o psiquiátrico debe pronunciarse
acerca de:
1. Competencia
del niño(a) como testigo.
2. Credibilidad
del testimonio.
3. Exactitud
o validez del testimonio.
4. Evaluación
del daño.
. . Consideraciones especiales.
La variante más conocida e
investigada, pero no la única, en el enfoque de los indicadores la constituye
un método conocido como Análisis de la
Validez de la Declaración (SVA) y su elemento central, el Análisis del
Contenido Basado en Criterios (CBCA) que se centra en las declaraciones
realizadas sobre el abuso sexual en sí mismo. El CBCA se puede considerar como
un intento de construir un procedimiento estandarizado que permita determinar
el valor que tiene como prueba una determinada declaración. El SVA se compone
de tres elementos principales: la realización de una entrevista estructurada,
un análisis de la declaración de acuerdo con determinados criterios y,
finalmente, la comprobación de su validez. Finalmente, el SVA, sólo se puede
aplicar cuando las declaraciones de los sucesos tienen una cierta longitud, lo
que plantea el problema de si se puede utilizar con los niños pequeños y hasta
que edad exactamente (Raskin y Esplín, 1991).
Credibilidad
de relato tiene que seguir el siguiente análisis:
·
Utilizar sistema SVA (Entrevista + CBCA + Listado de Validez).
·
Análisis de los criterios CBCA, indicando y justificando su presencia o ausencia,
la cual debe ser vinculada a extractos del relato obtenido.
·
Referencia a la aplicación del listado de validez. En especial a la
valoración de la sugestibilidad y/o interferencia de terceros.
Otro posible modelo, es “el modelo
conceptual de Young para la evaluación de la credibilidad”. Dicho modelo se
basa en el análisis de las características relevantes de la experiencia de
abuso sexual, de las interacciones entre estas características y de las
cuestiones evolutivas y del curso vital del niño que pueden impactar en esas
características. El modelo presenta tres aspectos importantes, la alegación de
abuso sexual, la elaboración de detalles y los indicadores de abuso sexual.
Registro de la entrevista: las
respuestas del menor y la forma de preguntar utilizada para conseguir estas
respuestas deben registrarse de manera fiable, sobre todo si el entrevistado es
un menor. Dadas las repercusiones que la entrevista de investigación puede
tener en todas las partes implicadas, es fundamental que el entrevistador
realice un registro exacto para asegurarse de que va poder responder a
cualquier pregunta que después le puedan plantear al respecto. El registro debe
permitir que cualquier profesional pueda revisar la entrevista y comprobar la
secuencia de preguntas, por qué se produjeron y los comentarios espontáneos o
las respuestas del niño. (Mapes, 1995).
Aunque algunos entrevistadores
prefieren tomar notas después de la entrevista, se trata de un procedimiento
que puede resultar apropiado para fines clínicos, pero no tanto cuando el
objetivo es la investigación. Cada vez son más los expertos que opinan que la
entrevista se debería grabar (véase
Flin, Kearney y Murria, 1996; Sas, Wolfe y Gowdey, 1996). La grabación permite
registrar pruebas que perdurarán más que la memoria del entrevistador, permite
reducir al mínimo el número de veces que tiene que ser entrevistado el niño, y
la entrevista grabada se puede utilizar también como referencia para sopesar la
fiabilidad de versiones posteriores.
La
evaluación se tiene que basar en los siguientes criterios:
- La declaración de la
menor: prestando atención especial en los detalles, si la
declaración en su conjunto guarda una estructura lógica y si el vocabulario
utilizado es el adecuado para su edad de desarrollo. “Presenta un discurso
coherente y lógico”.
- Análisis de otras
personas significativas: tiene en cuenta el
punto de vista de otras personas, hermanos y tía. “Del testimonio de Lidia, de
las declaraciones de Doña Gabriela y de Eric así como de los resultados de las
pruebas complementarias de la menor se extrae….”
- Factores ambientales: es necesario indagar sobre los conocimientos sexuales que poseía el menor
antes de revelar el abuso, así como sobre el contexto en que se produce la
declaración. “Se aprecia en la menor conductas y conocimientos sexuales
inadecuados para la edad”.
Sintomatología
y psicopatología: el informe hace mención de síntomas habituales en
menores que han sufrido abusos sexuales, “mecanismos de defensa”, “sentimientos
de confusión, represión y reacciones disociativas”, “actitudes de presión por
parte del abusador”, “sentimientos de culpa”, “carencias afectivas” etc, etcFrancisco J. Arroyo
muy util, y pertinente, gracias
ResponderEliminarUn placer de colaborar y ser útil
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